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¿Religión o Estado? La enmienda Johnson se pone en tela de juicio

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Historia de Grecia Sanchez
Fotografías de Gaby Velazquez

Nota del editor: El Presidente Donald Trump firmó el jueves, 4 de mayo, una orden ejecutiva facilitando la no ejecución de las reglas que prohíben que las instituciones religiosas exentas de impuestos se involucren en la política.

Trump pidió al Servicio Interno de Ingresos (Internal Revenue Service) tomar una posición pasiva y “discreción en la prohibición” del reglamento para organizaciones sin fines de lucro que están exentas de impuestos. Una derogación de la Enmienda de Johnson requiere la aprobación del Congreso.

Thomas Jefferson alguna vez preguntó: ¿Pueden las liberta des de la nación asegurarse cuando hemos removido la convicción de que estas libertades son un regalo de Dios? El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hizo la misma pregunta el 2 de febrero del 2017 en el Desayuno Nacional a la Oración (National Prayer Breakfast).

En este evento, Trump anunció sus deseos de “deshacerse y totalmente destruir” la Enmienda Johnson. Según el Servicio Interno de Ingresos, esta enmienda prohíbe a organizaciones sin fines de lucro que están exentas de impuestos “participar directa o indirectamente en, o intervenir en, alguna campaña política en nombre de (o en oposición a) cualquier candidato para un cargo electivo”.

“Entre esas libertades está el derecho a rendir culto según nuestras propias creencias. Y es por eso que me desharé y totalmente destruiré la enmienda Johnson y permitiré a nuestros representantes de fe hablar libremente y sin ningún miedo de retribución. Lo haré. Recuérdenlo”, Trump dijo en respuesta a la pregunta de Jefferson.

El profesor de estudios religiosos en la Universidad de Texas en El Paso, Cesar Rivera, explica una definición más simple de la enmienda.  “Si estás en una organización progresista religiosa, podrías, por ejemplo, pronunciarte en contra, y algunas organizaciones si se pronunciaron en contra (en la elección presidencial pasada), de la retórica antiinmigrante y anti-musulmán que Trump estaba usando durante su campaña y puedes hacer eso”, Rivera dice. “No hay nada de malo con eso, pero si eres el líder de tu organización religiosa que reclama impuestos exentos y dices ´y vota en contra de Trump´ ahora has cruzado la línea”.

Rivera dice que la Enmienda Johnson no amenaza las libertades religiosas de las personas en Estados Unidos. “Si estás hablando por ti mismo, entonces puedes decir lo que quieras. Es una mal interpretación que las personas religiosas digan que su libertad de expresión es quebrantada por la Enmienda Johnson. No lo es. Puedes decir lo que quieras”, Rivera explica. “Pero no cuando estás al frente y estás hablando en nombre de una organización en particular que es religiosa, sin fines de lucro y quieres seguir manteniendo tu estatus de impuestos exentos. Pero aparte de eso puedes (decir lo que quieras)”.

Ryan Denson, misionero de la Iglesia Cristo en los Ministerios Salvajes en El Paso (Christ in the Wild Ministries) y estudiante de UTEP quien ha predicado en el campus, dice tomar una posición neutral en el asunto ya que entiende ambos lados. Aun así, considera que hablar sobre un candidato no es hablar de religión. “El mejor ejemplo que puedo encontrar es con Cristo, cuando habla de César, y alguien trata de confundirlo y le dice ‘¿deberíamos pagar impuestos al César?’ y él dice ‘dame una moneda’ y le dan una moneda y dice ‘¿de quién es esa imagen?’ y ellos dicen ‘la del César’ y él dice ‘pues dale a César lo que es de César y dale a Dios lo que es de Dios’”, Denson dice.

HABLANDO DE POLÍTICA EN LA CASA DE DIOS

Denson, quien fue pastor en Nuevo México, entró a la universidad con el propósito de predicar su religión cristiana. Dice considerarse misionero ya que ha viajado y compartido su fe en varias partes del mundo como Jamaica, Londres, Phoenix y Houston. “Vamos a todos los lugares a predicar. En los campus, centros de las ciudades, eventos deportivos. Creo que nuestro propósito es encontrar el lugar en donde se reúne la gente y predicar”, Denson dice. “No es una manera común de evangelizar, pero creemos en la iglesia. Si eres cristiano entonces consideras altamente el amor por la iglesia en el sentido de involucrarte y dejarte formar por ella”.

Según Denson, es un desperdicio de tiempo hablar de política en un domingo de misa ya que los cristianos tienen “terrenos más grandes” que mirar. “Siento que como cristiano, este (mundo terrenal) no es mi hogar, somos exiliados aquí. Las cosas nunca serán perfectas”, Denson dice. “Nunca ha habido un sistema político perfecto o un candidato político perfecto. Siento que como cristianos, si eso es lo que buscas en cuanto a tu esperanza y tu alegría y paz, entonces eso no es cristianismo, no es cristianismo bíblico”. 

En su experiencia como pastor en las elecciones pasadas, Denson dice haberse sentido decepcionado de ver a otros pastores desperdiciar su tiempo para hablar de política. “Como pastor, tienes que lidiar con diferentes ideologías políticas”, Denson dice. “No fue difícil para mí decir no a cualquiera de ellos o simplemente no hablar del tema. Al mismo tiempo, estaba muy consciente de personas en la congregación teniendo opiniones muy fuertes para un candidato en específico”.

TOMANDO DECISIONES BAJO LA INFLUENCIA RELIGIOSA

Según Ann Horak, profesora de estudios religiosos en UTEP, el grupo religioso más grande en Texas pertenece a la religión cristiana, la cual incluye el catolicismo, protestantismo, cristianos ortodoxos y cristianos sin denominación. De estos, los católicos romanos son el grupo cristiano con mayores seguidores tejanos. La segunda religión principal de Texas es el islam, con alrededor de 2 por ciento de tejanos identificados como musulmanes.

“Ciertamente, muchos tejanos siguen las opiniones políticas de sus denominaciones religiosas, aunque esto no es siempre el caso. Por ejemplo, muchos católicos se oponen al derecho a abortar y el matrimonio gay porque la iglesia católica se opone a ellos”, Horak dice. “Sin embargo, hay también muchos católicos que aman su religión, pero no están de acuerdo con todas sus enseñanzas y por lo tanto, no siguen a la iglesia en cuestiones como derechos de aborto o matrimonio gay”.

Denson dice que si es que se quiere practicar el cristianismo bíblico, los puntos de vista políticos de la persona deberán cambiar y se deberán tomar ciertas posiciones políticas de acuerdo con el cristianismo. “El aborto por ejemplo. Como cristianos, decimos que cada vida tiene valor, dignidad y eso va para los niños no nacidos. Creemos en la concepción desde el momento en el que el esperma y el óvulo se juntan”, Denson dice. “Otro ejemplo sería el matrimonio. Un cristiano va a tener que aceptar que Dios creó al hombre y a la mujer para que se unan como uno a través del matrimonio y que cualquier cosa fuera de eso está mal, esto en cuanto a relaciones sexuales y homosexualidad”.

Elizabeth Gallegos, estudiante de maestría en contabilidad en UTEP y quien se identifica como parte de religión católica, dice que no le gusta cuando los líderes religiosos le dicen explícitamente por quién votar.  “Sé que especialmente en la iglesia católica hablamos de provida mucho, hablamos de inmigración, cosas como esas no me incomodan, pero cuando empiezan a apoyar a cierto candidato, ahí es cuando no me gusta”, Elizabeth dice.

La hermana de Elizabeth, Valerie Gallegos, estudiante de bioquímica en UTEP, opina que la gente de poder y quienes lideran organizaciones no deberían forzar su opinión en otras personas. “Especialmente durante esta elección pasada, tenía dudas sobre por quién votar sólo porque el Papa y uno de los cardenales dijeron, ‘no deberías votar por esta persona, deberías votar por el individuo opuesto’”, Valerie dice. “Era muy confuso porque aunque hice mi investigación y seguía de cerca a las campañas de los tres partidos, sentía que cuando iba a la iglesia, mis opciones eran lo que yo quería o lo que la iglesia quería”.

Elizabeth piensa que cada persona debe tomar sus propias decisiones y no dejarse llevar por “dictadores” religiosos. “Puede ser muy problemático (quitar la enmienda), porque va a haber esas personas que escucharán sin importar nada”, Elizabeth dice. “Así que si el candidato es malo y si los líderes religiosos lo están apoyando, las personas seguirán votando por él o pondrán sus creencias de lado para así votar y parecer católicos”.

En México, ya hubo casos en los que la religión ha determinado la ley del país. El ejemplo más reciente ha sido el de las marchas por parte del Frente Nacional por la Familia en contra de la reforma del presidente de México Enrique Peña Nieto.

En un país mayoritariamente católico, Peña Nieto propuso en mayo de 2016 hacer legal la adopción de infantes por parte de parejas en matrimonios del mismo sexo.

El Frente Nacional por la Familia fue formado por más de 1,000 organizaciones mexicanas en defensa de “las instituciones más importantes de la sociedad: El matrimonio, conformado entre un hombre y una mujer, y la familia natural, ambas bases de nuestra sociedad”, según la página web del FNF.

Se emprendieron marchas en más de 23 estados mexicanos y más de 240 mil personas firmaron una carta en contra de la reforma. Para el mes de noviembre, el Congreso mexicano rechazó la propuesta.

Rivera dice es un hecho básico de la existencia humana que la religión y la política estén constantemente interactuando. “Es un hecho que la religión influencía la conducta política. Sería tonto no reconocerlo, tendrías que estar ciego o vivir debajo de una roca”, Rivera dice. “Pero el alcance de la influencia de la religión en la política y, en particular una elección, es la clase de política que puede ser influenciada y qué forma esa influencia puede tomar. Esa es la parte que está regulada por la ley”.

Según Denson, la conversión al cristianismo pasaba algunas veces cuando era pastor. Esto incluye también la conversión en posiciones políticas. “Políticamente, obviamente si tu sostienes creencias bíblicas, entonces se alterará o afectará por quien votes, qué candidatos elijas o qué posiciones políticas tomes”, Denson dice.

FINANZAS AFECTADAS SIN LA ENMIENDA JOHNSON 

“Deshacerse de la enmienda provocaría que organizaciones sin fines de lucro puedan producir dinero y hacer contribuciones a candidatos sin ninguna vigilancia de cómo fue recaudado ese dinero y a quién se le está donando”, Horak dice.

Rivera dice el problema es que si eres una organización sin fines de lucro y se quitan todas las limitaciones de la Enmienda Johnson, los recursos financieros podrían ser canalizados a candidatos políticos de parte de tu iglesia y después reclamar exención de impuestos o dar donaciones a caridad para después tu iglesia poder dárselos al partido político. “Es como un lavado de dinero, excepto que no estás lavando el dinero. En otras palabras, estás actuando como una organización con fines de lucro. Estás involucrado

en un asunto partidista particular y ese es el problema”, Rivera dice. “En otras palabras, incrementas la presencia de ´dinero sucio´ en nuestro sistema democrático. Y eso para empezar ya está estropeado. Pero ¿ahora vas a involucrar organizaciones religiosas en hacer lo mismo? No creo que sea una buena idea”.

En el mismo sentido, Denson dice estar agradecido por la Enmienda Johnson. “Entiendo que (quitar la enmienda) podría provocar casos serios de corrupción y de hecho estoy agradecido porque de esa manera, los pastores no están tentados a gastar 30 minutos hablando de un candidato”. 

Rivera dice, si el deseo de la organización es participar en política partidista, entonces habrá que hacerlo, pero sin reclamar una exención de impuestos. “Si eres (una) organización sin fines de lucro, se supone que debes de ser abierto. Y se supone que debes servir a todos”, Rivera dice. “De esa manera, ciertas iglesias se alinean más con ciertos partidos. Pero si quieren retener tu estatus de impuestos exentos, entonces deben de permanecer abiertos”.

DEMOCRACIA CONDICIONADA SIN LA ENMIENDA JOHNSON

Rivera menciona la persecución religiosa, opresión y reducción de minorías religiosas a un segundo estatus de clase, como posibles extremas consecuencias sin la Enmienda Johnson.

Tal fue el caso de los Rohingyas en el sureste de Asia en 2015. Esta minoría musulmana estuvo varada en el mar por meses al tratar de llegar a las tierras de Indonesia, Malaysia, y Tailandia; países en los que fueron rechazados debido a su religión.

“Eso es justamente lo que pasa cuando una religión es favorecida por otra. Aún si no terminas siendo discriminado, no tienes todavía un trato completamente equitativo. Eso afecta los principios de las democracias constitucionales en general”, Rivera dice.

In Brief

Thomas Jefferson once asked: Can the liberties of a nation be secured when we have removed a conviction that these liberties are the gift of God? President Donald Trump asked the same question at the National Prayer Breakfast on Feb. 2.

At this event, Trump announced his wishes to “get rid of and totally destroy” the Johnson Amendment due to constraints it places on the freedoms of religious leaders.

According to the Internal Revenue Service, this amendment prohibits non-profit organizations that are exempt from taxes to “not participate in, or intervene in (including the publishing or distributing of statements), any political campaign on behalf of (or in opposition to) any candidate for public office.”

Professor of religious studies at The University of Texas at El Paso, Cesar Rivera, says the Johnson Amendment does not threaten religious freedom if a religious leader is talking on his or her behalf and not for the organization.

Ryan Denson, missionary for the Christ in the Wild Ministries and a UTEP student who has preached on campus, says talking about a candidate during a Sunday service is a waste of time since you are not talking about religion. “There has never been a perfect political system or a perfect political candidate,” Denson says. “I feel that as Christians, if that’s what you’re looking for as your hope and your joy and peace, then that is not Christianity, that is not biblical Christianity.”

Valerie Gallegos, biochemistry major at UTEP and a Catholic, says people in power and those who lead organizations should not force their opinions on other people. “Especially during the past election, I had doubts about who to vote for just because the Pope and other cardinals said, ‘you shouldn’t vote for this person, you should vote for the opposite individual,’” Valerie says. “It was so confusing because even though I did my research and I followed closely the campaigns of the three parties, I felt that when I was going to church, my options were what I wanted or what the church wanted.”

Elizabeth Gallegos, Valerie’s sister and accounting major at UTEP, says it can be problematic (to repeal the Johnson Amendment) because people are just going to listen and vote, putting their beliefs aside and trying to seem “Catholic.”

According to Denson, it is obvious that if you hold biblical beliefs, it affects who you vote for or what political opinions you hold.

Horak says repealing the amendment will cause non-profit organizations to produce money and make contributions to candidates without any awareness about how that money was collected and to whom it is being donated.

Among the most extreme consequences of repealing the amendment, Rivera says, could be religious persecution, oppression and reducing religious minorities to a second-class status if they do not belong to the official religion of the country, which violates democratic principles.

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